El domingo de Pascua, después de la misa fuimos al desfile de Pascua en Richmond.
El clima no fue el mejor, pero pasamos rico.
Se vió de todo: cientos de personas en la calle, las casas antiguas bien decoradas (algunos celebrando en los balcones y ventanas), música, comida, gente haciendo malabares, un pequeño zoológico para los niños, sombreros decorados (que para el año entrante ya estamos planillados), y uno que otro personaje bien particular. Nuestro favorito: un grupo de baile Irlandés.
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