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| Mostrando la merecida medalla |
El pasado 20 de octubre, Tia Mima (que es maratonista) inscribió a Tomás a participar en un evento deportivo en Washington.
La carrera juvenil para menores hasta Kinder consistía en correr 100 metros planos.
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| Estirando músculos con la mamá |
Durante los momentos previos al evento, Tomás le tenía cortada la circulación de los dedos del papá de lo aferrado que estaba, porque no tenía ni idea de lo que estaba pasando: cientos de muchachitos con numeros en la camiseta, brincando y estirándose, algunos frenéticos gritando de la emoción, otros sorbiéndose los mocos por el frío tan tenaz que estaba haciendo esa hermosa mañana...
De repente, el anunciador insistía a traves del megáfono que ningún padre podía estar frente a ningún niño.
Para sorpresa de todos, se soltó de la mano del papá sin ningún problema, y así quedó totalmente sumergido en aquel mar de niños.
Los minutos pasaron, y finalmente el anunciador gritó con emoción que tenía la luz verde para el comienzo de la carrera. "
En sus marcas..." (Tomás mirando para todos lados) "
...Listos?..." (Tomás con cara de interrogación, probablemente preguntándose "¿listos pa' qué???!") "
...FUERAAAA!!!".
Y con estas palabras la estampida de muchachitos se dejó desbordar por aquella calle.
El papá filmando detrás del grupo de hormiguitas perdió de vista a Tomás, y en su carrera por alcanzarlo, solo veía muchachitos caídos rodando y llorando, y zapaticos volando, pero ninguno era de Tomás.
Tomás no se había quedado atrás: arrancó a correr con todos los niños, y muy inteligentemente se quedó en todo el centro de la calle, precisamente encima de la doble-raya amarilla. El resto lo pueden ver en el siguiente video, donde se puede apreciar al nuevo atleta, corriendo con elegancia y determinación con una banderita en la mano, que no desamparó desde que se la dieron, hasta que se quedó dormido de regreso a casa.
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| Recibiendo la medalla |
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| Celebrando en la meta con el papá |
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| Con Tía Mima |
