iTomás

lunes, 31 de agosto de 2015

Polo

A finales de Julio, fuimos con los Rinn a un partido de Polo, en el viñedo de la familia King, en Crozet, VA. Que plan tan delicioso!
Picnic, vinito, caballos, y hasta elevamos cometa!

Protegiendonos del sol

En la pesebrera

Trepando árboles

En plena acción

Primera elevada de cometa, y a Tomás le encantó

A la mamá también le gustó

Pero de todos, Karla fué quién más disfrutó la elevada de la cometa

A mediados de julio estuvimos en el museo del aire y el espacio en Washington, cerca del aeropuerto.
Impresionante todos los artefactos que tienen en ese super-hangar.
Todos quedamos boqui-abiertos!
Aquí una pequeña muestra de los cientos de aeronaves que tienen allí.

Caminando en la luna
(Transbordador espacial Discovery)

La mitad del super-hangar.

Sofi fascinada con el "pájaro negro"

...y con el traje espacial

...y con la camiseta del papá

Leyendo las descripciones (Tomás estaba muy interesado)

Tomás feliz 'espichando' botones

domingo, 30 de agosto de 2015

Maymont

Disfrutando el día en la granja de Maymont

(Nos quedamos esperando a Heidi cantándole al abuelito
"abuelito dime tu, qué sonidos son los que oigo yo...")

Alimentando a las cabras

La cabra casi se desnuca, esperando a Sofi por la comida

Recorriendo la granja

Gallo con cara de "pocos amigos"

Amor puro, en su máxima expresión

Apostando carreras con la mamá

Sofi rendida, después de un largo día de exploración

El cambuche

El cambuche mas delicioso del mundo...
[Cuando terminamos de ver la pelicula, cayeron rayos y centellas, pero no nos importó, porque estabamos durmiendo como los pollitos: "acurrucaditos hasta el otro día"]

5 años

Nuevamente Tomás escogió Monkey Joe's para celebrar su cumpleaños, y pasó delicioso!

Todos nos divertimos mucho!

Pizza y tortica con los amigos

Secretiando con Maggie

Soplando la velita con Isabela

Con Maggie

Con Beckett

Con los amiguitos, disfrutando de la pizza

Con Monkey Joe!

Un laberinto que le regalaron.

Las ardillas voladoras

La tarde antes del día del padre, disfrutamos de medio juego de las ardillas voladoras en Richmond.
Fue una tarde inolvidable, porque fué la primera vez que atendemos a un juego, y porque en lugar de juegos pirotécnicos, recibimos un increíble aguacero.